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Chagas: Una enfermedad que afecta a 50 mil platenses |
Habría unas 10 mil personas cardiópatas en nuestra ciudad. Y otras 50 mil portadoras. En la Argentina los afectados serían más de 2 millones. La proliferación se debe a las migraciones internas y de países endémicos El incremento de los niveles de pobreza en nuestra ciudad originó la proliferación de viejas enfermedades como el mal de Chagas-Mazza, para el cual a 93 años de su descubrimiento no existe droga para combatirlo. Se calcula que en La Plata existen actualmente alrededor de 50 mil portadores de Chagas, mientras que otras 10 mil personas serían cardiópatas chagásicos, por lo que corren riesgos de sufrir secuelas crónicas en el corazón, a nivel cerebral o gastrointestinal, o de fallecer por alguna de estas causas. Rubén Storino, profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y miembro del Consejo Argentino de Enfermedad de Chagas de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), indicó a este medio que "se trata de una enfermedad relacionada directamente con la pobreza", al tiempo que agregó: "en Argentina existen 2.400.000 portadores y unos 600 mil cardiópatas con afecciones cardíacas. Esto se debe, principalmente, a que las ciudades se están urbanizando por la inmigración interna". Para Storino la mayoría de los casos que se detectaron en nuestra ciudad -como también en Avellaneda, Florencio Varela y hasta Ushuaia- tienen su origen en las migraciones de pobladores desde áreas rurales hacia grandes ciudades y las importantes migraciones extranjeras de países endémicos de la enfermedad (Bolivia y Paraguay) que buscan una vida mejor. Sin embargo, al no encontrar trabajo se ven obligados a asentarse en villas. "Se han realizado estudios y se calcula que entre el 15 y 20% de los chagásicos vive en las villas", indicó el reconocido profesional. "Esas personas que llegan a las ciudades para encontrar un trabajo, muchas veces traen en sus valijas las vinchucas", explicó el profesional platense, al tiempo que indicó: "se han encontrado vinchucas en una casa en el barrio de Chacarita en la Capital Federal y hubo denuncias por hallazgo de 3000 triatomas en un criadero de gallinas de Florencio Varela, en la provincia de Buenos Aires y en zonas urbanas de San Juan y el Chubut". El mal de Chagas-Mazza es considerada la cuarta enfermedad importante en Latinoamérica, y una de las primeras causas de mortalidad en la gente humilde. En la Argentina hay casi 2 millones y medio de infectados sobre una población de 33 millones de habitantes. En tanto que Brasil, con una población de 130 millones, tiene 6 millones de contagiados. Esto demuestra que en nuestro país la prevalencia del mal es muchísimo más alta. Si bien la enfermedad se transmite principalmente por la picadura de la vinchuca, un insecto hematófago (ver infografía), existen otras vías de contagio: la transfusional, la vertical (madre-hijo) y por trasplantes. La vía transfusional se convirtió en la segunda vía de transmisión del Chagas debido a que en nuestro país la legislación exige la realización de al menos dos pruebas serológicas para detectar la infección en dadores que concurren a los bancos de sangre. Sin embargo, la falta de reactivos en algunos hospitales y sanatorios impide la detección. "El Chagas es una enfermedad silenciosa -en la mayoría de los casos no tiene manifestaciones visibles- y muchas personas se dan cuenta cuando donan sangre", explicó Storni. Y agregó: "también cuando se consigue un trabajo, ya que se ordena este tipo de análisis. Esto hace transforma en una enfermedad de la pobreza y la discriminación, ya que al detectarse el mal, los chagásicos no son empleados". La transmisión vertical es la tercera vía de contagio, que varía en cuanto a riesgo entre el 0,5% y 3%. Sin embargo, en La Plata se calcula que en los hospitales se detectan que entre el 7 y 9% de los casos son mujeres embarazadas, hecho que obligará a los médicos a realizar distintos análisis a los bebés para establecer cuál es el estado de los niños. Otra vía urbana por tener en cuenta es la del trasplante de órganos. En los Estados Unidos, por ejemplo, ya existen 100 mil infectados producto de la inmigración latinoamericana. También otra posibilidad de contagio: la drogadicción endovenosa con jeringa compartida entre persona infectada y persona sana. La prevención Una de las pocas armas para combatir la enfermedad consiste en la fumigación contra la vinchuca, la mejora de las condiciones de vivienda y la educación sanitaria, que, en la actualidad, se encuentran severamente deterioradas debido a la falta de inversión gubernamental y, en consecuencia, de campañas en las zonas más afectadas. Aunque también, según Storni, hace falta el compromiso del Gobierno nacional y las empresas privadas para fabricar drogas que ayuden a superar la enfermedad, ya que los medicamentos utilizados en la actualidad fueron realizados en 1960. Fuente: Diario Hoy |