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Las vacunas más simples ya han sido desarrolladas

Las vacunas virales han sido uno de los temas centrales de la XXII Reunión de la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas que se ha celebrado en Tampere, Finlandia

El sida, la malaria, la tuberculosis y, más recientemente, el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS) o la gripe aviar, constituyen los objetivos prioritarios en la investigación en vacunas. “Son las más difíciles y complejas de desarrollar, porque las más sencillas, como la del tétanos, ya han sido concebidas”, ha indicado Paul-Henri Lambert, del Centro de Vacunas de la Universidad de Ginebra, en su intervención en la XXII Reunión Anual de la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas, celebrada en Tampere (Finlandia).
Lambert, que hasta el año 1999 fue director del Programa de Investigación y Desarrollo de Nuevas Vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera que la investigación en vacunas debe ofrecer respuestas a los principales problemas de salud pública. “El VIH, la malaria y la tuberculosis, con una mortalidad anual respectiva de 3, 1,1 y 1,8 millones, conforman un problema sanitario de primer nivel. Sin embargo, también son un reto muy difícil de superar”.
Época dorada
Así, a pesar de estar en “la edad de oro en el desarrollo de vacunas”, como ha dicho Stanley A. Plotkin, de la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), se atraviesa por una situación difícil en cuanto a que, además de estas tres grandes enfermedades, se está produciendo un cambio en la epidemiología mundial que provoca la aparición de nuevas patologías, como el SRAS.
En su intervención en un simposio organizado por Aventis Pasteur MSD, Lambert ha afirmado que la vacuna actual contra la tuberculosis se considera insuficiente. “La BCG es eficaz en niños y, sobre todo, frente a las formas invasivas de tuberculosis, pero no combate con efectividad la tuberculosis pulmonar, donde su eficacia varía enormemente según los países. Por ejemplo, es mejor en los desarrollados que en los que están en vías de desarrollo; las razones tienen que ver con el medio bacteriano o con la alimentación, aunque todavía no se ha demostrado fehacientemente”.
Entre las estrategias que se están investigando para diseñar una nueva vacuna frente a la tuberculosis, ha destacado las que se centran en la modificación de la BCG, “que parece que mejoran la seguridad y refuerzan la respuesta de los Th1 y CD8”; las que analizan el papel de la atenuación de la tuberculosis micobacteriana, “que se asocian con una menor resistencia de la actividad antimicrobiana y un refuerzo de la inmunogenicidad debido a la alteración de la célula del huésped”, o las que emplean vectores vivos.
Nuevos compuestos
Pero también ha destacado los progresos que se están obteniendo en vacunas frente al virus respiratorio sincitial, al rotavirus o a la tos ferina. “Por ejemplo, es posible que exista una vacuna neonatal para la tos ferina a partir de 2007”.
La nueva dimensión que está adoptando el campo de la vacunología pasa por la utilización de inmunógenos contra el cáncer o frente a enfermedades adictivas, como el consumo de tabaco o de cocaína. “Por ejemplo, la vacuna contra el virus del papiloma humano, que causa cáncer de cérvix, se encuentra en fase piloto y es posible que pueda administrarse a las adolescentes. Así, se convertiría en la segunda vacuna para la prevención de un cáncer, después de la de la hepatitis B, responsable de algunos tumores de hígado”.
En cuanto a la investigación de vacunas antinicotina, Lambert ha asegurado que actualmente hay dos vacunas conjugadas en fase de desarrollo clínico, “indicadas para aquellas personas que han decidido dejar de fumar y que sirven para eliminar los efectos adictivos de la nicotina”.
Similar objetivo persigue un compuesto para el consumo de cocaína, cuyo fin es desarrollar anticuerpos frente a la droga para neutralizar sus efectos y que parece estar ofreciendo resultados prometedores.

Fuente: Diario Médico - España


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