El Gobierno chino reconoció
hoy martes su fracaso en la lucha contra el déficit de yodo, que
afecta a 100 millones de sus ciudadanos, un 8 por ciento de la población,
y es la causa de deficiencias mentales y de enfermedades como el bocio.
Según el Ministerio chino de Sanidad,
la campaña puesta en marcha hace una década para erradicar
esta carencia ha sido un fracaso, ya que la población de siete
provincias y regiones autónomas sufren deficiencias, informó
hoy la agencia oficial Xinhua.
Lanzamos un programa en 1993 para eliminar las deficiencias de yodo en
todo el país antes del año 2000. No lo hemos conseguido,
ya que 4 provincias, 2 regiones autónomas y un municipio no alcanzaron
el objetivo”, declaró Liu Jiayi, responsable de control de
enfermedades del ministerio.
Según un informe de UNICEF, un 5 por ciento de los chinos -65 millones-
padecen bocio debido a la carencia de yodo en su dieta alimenticia, un
déficit que afecta a dos millones de recién nacidos al año
en el país asiático.
Más de 60 países están afectados en este mundo por
este déficit, que es causa de deficiencias mentales y de otras
enfermedades relacionadas con el funcionamiento de la glándula
tiroides.
Según un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU),
la deficiencia de yodo causa la pérdida de entre un 10 y un 15
por ciento de capacidad intelectual, y afecta hasta un 15 por ciento de
la población de los países en desarrollo.
China es el tercer país del mundo en el que nacen más discapacitados
mentales, 940.000, por detrás de la India (6,6 millones) y Pakistán
(2,1 millones).
Sin embargo, la carencia de este mineral pasó de afectar a un 30
por ciento de la población mundial en 1990 hasta un 15 por ciento
en la actualidad, según un informe de la ONU.
Las áreas chinas más afectadas son las regiones autónomas
de Tíbet, Qinghai y Xinjiang, las provincias de Sichuan y Gansu
y el municipio de Chongqing, todos ubicados en el oeste, la zona más
pobre del país.
En mayo de 2002, la Asamblea General de la ONU se marcó el objetivo
de erradicar la deficiencia de vitaminas y minerales esenciales, y en
concreto la de yodo, antes de 2005.
Las autoridades chinas han tenido que reajustar su objetivo con el fin
de suministrar la suficiente cantidad de yodo a su población en
el plazo de cinco años, es decir, en 2009.
La distribución de sal yodada es el método más barato
y común para aportar las cantidades suficientes de este mineral,
“pero los altos precios de los embarques han dificultado que llegue
a las áreas remotas del país”, dijo Lin Jiahua, director
de la Corporación Nacional China de la Industria de la Sal.
Según Lin, las redes de distribución de la sal no pueden
cubrir algunas de las áreas, que son las que muestran mayor deficiencia,
en parte por la precariedad de sus infraestructuras.
Además, en esas zonas la población acostumbra a cocinar
con sal cruda en lugar de yodada, por lo que, en opinión de Lin,
también es necesaria una campaña de información y
educación.
La ONU anunció en marzo que la malnutrición impide que los
países en desarrollo puedan alcanzar los objetivos del Milenio
para 2015: reducir a la mitad la pobreza mundial en esa fecha. Más
de 2.000 millones de personas, un 35,2 por ciento de la población
mundial, no consume los niveles adecuados de yodo en su dieta, según
un informe de la ONU.
Fuente: Agencia EFE
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