Basta restablecer la actividad
de un receptor de
la membrana celular para detener la evolución del lupus. Un equipo
de investigadores estadounidenses acaba de identificar esta sustancia
y demostrar que es posible “corregirla” mediante terapia génica,
al menos en ratones.
Lo cierto es que el lupus es una enfermedad que afecta a diferentes partes
del organismo (piel, articulaciones, órganos internos...) en la
que intervienen numerosos factores. Sin embargo, es suficiente actuar
sobre un receptor celular para evitar estos daños sistémicos.
La sustancia en cuestión (el receptor FCRgIIB, regulado por el
gen RIIB) “es una molécula de la superficie de ciertas células,
como los linfocitos B, productores de anticuerpos, que actúa como
“freno” para evitar una actividad inadecuada [del sistema
inmune]”, ha explicado a “elmundosalud.com” Jeffrey
Ravetch, principal firmante del estudio, publicado en la revista “Science”.
Al igual que sucede en otras enfermedades autoinmunes, en el lupus eritematoso
sistémico
se produce una especie de “golpe de estado”: las defensas
del organismo se vuelven contra el cuerpo y las células inmunes
anómalas atacan los tejidos. Pero Ravetch y su equipo han demostrado
que
es posible evitar estos daños si se corrige
el funcionamiento anómalo del RIIB.
Restablecer el “guardián”
Según han visto en estudios con ratones, los animales propensos
a sufrir lupus presentan unos niveles escasos del receptor.
“Empleamos “terapia génica” para tratar a roedores
con lupus y tuvimos éxito en evitar su enfermedad”, resume
Ravetch. Este tipo de terapia (que se emplea en ciertos tumores, “niños
burbuja”...) consiste en inocular en el organismo un virus al que
previamente se ha insertado un gen terapéutico en el interior
para que lo libere cuando “infecte” al paciente.
En este caso, “utilizamos un virus que había sido diseñado
para liberar moléculas de RIIB a los linfocitos y restaurar así
el nivel adecuado de estas proteínas en la superficie de las células
B de ratones susceptibles al lupus”, resume este especialista, director
del laboratorio de genética molecular e inmunología de la
Universidad Rockefeller (EEUU).
Pese a que la restauración de la actividad de este receptor fue
“modesta” (la expresión de la sustancia sólo
aumentó un 40%), fue suficiente para aliviar la situación
de los animales. Los ratones que recibieron el tratamiento mostraron una
mayor supervivencia, no presentaban patología renal y se redujo
la incidencia de vasculitis e inflamación pulmonar
(los tres son problemas frecuentes en las personas con lupus).
“Estos hallazgos sugieren que si la enfermedad humana es sinónimo
del modelo animal, una terapia génica para restaurar la actividad
del receptor Fc
en pacientes de lupus podría curar sus molestos
e incapacitantes síntomas”, resumen
los investigadores.
Nuevas investigaciones
Estos especialistas también están “buscando otros
modos, además de la terapia génica, de incrementar los niveles
de RIIB en los linfocitos B en el lupus. También estamos observando
a personas con lupus para determinar los niveles de RIIB en sus células
B”, comenta Ravetch.
Asimismo, este experto y su equipo confían en que la utilidad de
sus hallazgos sea aún más amplia. “Muchas enfermedades
autoinmunes comparten la característica de unos niveles inadecuados
de RIIB
y de la generación de autoanticuerpos. Estamos examinando enfermedades
como la diabetes tipo 1 o “diabetes juvenil” y empleando la
terapia génica para restablecer los niveles adecuados de RIIB.
Otras enfermedades , como la artritis reumatoide
y la vasculitis también están estudiándose”,
resume Ravetch
Fuente: diario el mundo - España
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