¿El
nivel de fibrinógeno es útil como factor de riesgo de enfermedad
cardiovascular?
Duboscq C, Kordich L.
Subprograma de Hemostasia. PEEC
Durante los últimos 20 años han sido establecidos numerosos
e importantes mecanismos que contribuyen a aumentar el riesgo cardiovascular,
sin embargo la predicción del riesgo cardiovascular continúa
incluyendo a los factores de riesgo clásicos como hipercolesterolemia,
el tabaquismo, diabetes e hipertensión. En los últimos 15
años numerosos estudios prospectivos epidemiológicos han
investigado la contribución de diversos factores hemostáticos
al incremento del riesgo cardiovascular; la mayor evidencia que arrojan
estos estudios es que el aumento en la concentración del fibrinógeno
plasmático sería un factor de riego cardiovascular.
El objetivo de este artículo es brindar una actualización
acerca de los últimos hallazgos que vinculan la concentración
del fibrinógeno plasmático (Fbg.) con la enfermedad cardiovascular.(ECV)
El fibrinógeno es una proteína de síntesis hepática
de 340 KD de peso molecular compuesta por dos subunidades simétricas,
cada una de las cuales está compuesta por tres cadenas polipeptídicas
Aá, Bâ y ã.
Tabla 1- Factores que influencia
el nivel plasmático de Fbg.
POSITIVOS
Edad
Sexo femenino
Fumar
Diabetes mellitus
LDL.colesterol
Triglicéridos
Lipoproteina (a)
Hipertensión
Homocisteína
Inflamación
Anticoncepción oral
Stress
Menopausia
Embarazo |
NEGATIVOS
HDL-colesterol
Terapiahormonal
Alcohol
Ejercicio
Clase social
Nivel de Educación
Peso al nacer
Hepatitis crónica
|
La concentración plasmática de fibrinógeno esta regulada
por una serie de intricados mecanismos donde entran en juego factores
genéticos y del microambiente. La citoquinas como la interleuquina
6, el factor de necrosis tumoral y los glucocorticoides están involucrados
en la regulación transcripcional de la síntesis de fibrinógeno;
por otro lado los factores ambientales que están asociados a la
concentración de fibrinógeno son: la edad , el tabaquismo
, el índice de masa corporal, la concentración de lípidos
plasmáticos y el consumo de alcohol.
El nivel de Fbg. está asociado a muchos de los factores de riesgo
coronario convencionales (tabla 1). En el estudio PRIME que incluyó
a 10500 hombres con edades entre 50 y 59 años confirmó una
asociación positiva de los niveles de Fbg. y la edad, índice
de masa corporal, fumar, diabetes y LDL-colesterol; mientras que se obtuvo
una asociación negativa con el nivel de consumo de alcohol, HDL,
colesterol y triglicéridos.
El estudio ARIC reportó una asociación moderada con la prevalencia
de la hipertensión (> 140/ 90 mmHg) en hombre y en mujeres,
El estudio FRAMINGHAM OFFSPRING mostró en 1870 pacientes que la
hiperbetalipoproteinemia (LDL > 70 mg/dl) está asociada con
bajos niveles de Fbg. y sugirió la utilidad de realizar tratamientos
que bajen el nivel lipídico.
Está demostrado que los niveles plasmático de Fbg. están
regulados genéticamente, pero la proporción en que esta
regulación afecta los niveles de fibrinógeno plasmático
es controvertida. Utilizando un modelo matemático denominado análisis
familiar por path se determina que la genética podría explicar
hasta un 50 % de la variación en los valores plasmáticos
mientras que estudios en gemelos han sugerido que el medio ambiente tiene
mayor influencia en los niveles plasmáticos y sugieren un máximo
de 30% para los factores genéticos. Una alta proporción
de esta variación esta determinada por el polimorfismo genético
del fibrinógeno; el gen que codifica para la cadena â es
el mas estudiado porque la velocidad de síntesis de esta cadena
es el paso limitante en la síntesis de fibrinógeno. Así,
se han determinado numerosos polimorfismos (-455G/A,-148C/T, ACLI,-854g/A,
Arg 448 Lys, R/K448) que están asociados a altos niveles plasmáticos
de Fgb. pero que no mostraron asociación convincente con la enfermedad
cardiovascular.
Una posible explicación para esta pérdida de consistencia
podría ser la variación en asociaciones alelicas entre las
mutaciones puntuales conocidas y las mutaciones potencialmente patogénicas
pero no identificadas aún, localizadas en el cluster
genético del fibrinógeno. En un trabajo reciente, Manila
et al no encontraron diferencias en las concentración plasmática
de Fbg. específicas de genotipos ni en el grupo control ni en los
pacientes. Los portadores de los haplotipos FGG*3 y FGA*2 mostraron las
mayores concentraciones de Fbg. plasmático (3.7 ± 0.8 g/l
y 3.7 ± 0.8g/l ) comparada con los no portadores (3.5 ±
0.7 g/l ,p=0.006) y 3.5 ± 0.7, p=0.007) respectivamente. El trabajo
también demuestra que no existe asociación significativa
entre las mutaciones puntuales y el riesgo de infarto de miocardio. Cuando
se consideran los haplotipos FGG*3 y FGA*2 parecen permitir discriminar
entre controles y pacientes. El principal hallazgo de este trabajo es
que los haplotipos conteniendo FGG SNP2 y FGA SNP 4 están asociados
con el incremento de riesgo de infarto de miocardio.
EVIDENCIAS CLINICAS Y EPIDEMIOLOGICAS
Los estudios prospectivos demuestran inequívocamente que existe
una asociación entre los niveles plasmáticos de Fbg. basal
y una futura enfermedad coronaria, infarto fatal y no fatal . Todos los
datos publicados son consistentes a pesar de la diversidad de las poblaciones
estudiadas, la variación en el tiempo de seguimiento, los distintos
puntos finales evaluados y los diferentes métodos estadísticos
estudiados. El último Metaanálisis publicado sobre 18 trabajos
y un total de 4.018 casos de enfermedad coronaria muestra un riesgo relativo
de 1.8 (95% CI 1,6-2.0) cuando se compara los individuos con valores de
Fbg en el tercio superior contra los individuos con niveles de Fbg en
el tercio inferior. No obstante la mayoría de los individuos presentan
Fbg. en rango normal y la diferencia absoluta entre los casos y los no
casos esta en el orden de 0.2 g/l, una diferencia pequeño si se
tiene en cuenta el CV del método de Clauss para determinar Fbg.
En el año 2001 un estudio que involucra 6075 hombres menores de
45 años con una media de seguimiento de 16.5 años demuestra
que la elevación de diversos marcadores de inflamación además
del incremento del Fbg está claramente asociado a un incremento
de enfermedad coronaria. Otros estudios investigan como se potencia la
asociación cuando además de los elevados niveles de Fbg
tenemos elevados niveles de marcadores de inflamación, colesterol
total y Lp(a). Estos hallazgos son compatibles con el conocimiento de
que la inflamación está involucrada en el proceso de aterotrombosis
y que determinar adicionalmente los niveles de Fbg, además de los
factores tradicionales como el colesterol u otros marcadores de la respuesta
de fase aguda, serviría para predecir el riesgo de padecer una
enfermedad cardiovascular.
Los estudios epidemiológicos muestran inequivocamente una fuerte
asociación entre los niveles de Fbg. y la enfermedad cardiovascular,
debe entonces preguntarse si dicha asociación entre el Fbg. y el
riesgo de trombosis arterial es causa, coincidencia o consecuencia.
Lowe GD señaló recientemente que el aumento del Fbg podría
ser en parte una consecuencia de la aterosclerosis. La aterosclerosis
es una enfermedad inflamatoria que está asociada con una respuesta
inflamatoria sistémica incluyendo el incremento de los niveles
circulantes de las proteínas reactantes de la fase aguda, como
el fibrinógeno, proteína C reactiva, recuento de leucocitos
y citoquinas proinflamatorias. Así, el ateroma sería un
proceso inflamatorio que podría conducir al incremento de los niveles
de Fbg., como un proteína reactante de fase aguda o crónica.;
en este sentido un nivel elevado de Fbg debería considerarse como
un marcador de la patología subyacente en la pared del vaso.
También podría haber un proceso secuencial, en el cual el
fibrinógeno contribuye a la formación del ateroma y por
lo tanto incrementaría más el nivel de Fbg, aumentando el
riego de un evento mayor de la ECV. Parece probable que altos niveles
de Fbg independientemente de cómo comenzaron, podrían ser
señalados como la causa de un evento trombótico agudo.
De acuerdo a lo expuesto hasta aquí cabe ahora preguntarse ¿debe
el Fbg medirse de rutina?, ¿presenta alguna ventaja para el paciente
determinar los niveles de Fbg?; para contestar esta pregunta hay que tener
en cuenta numerosos factores: a) el método utilizados para dosar
Fbg debe estar estandarizado, ser preciso y determinar el valor de corte,
el que no es el mismo para todos lo métodos; si bien la técnica
de elección de la mayoría de los laboratorios clínicos
es el método coagulable de Clauss la gran variación de reactivos
y de instrumentos con distintas formas de detección del coagulo
hace difícil la comparación apropiada entre los distintos
laboratorios. b) el Fbg es una proteína de fase aguda y por lo
tanto muestra una gran variabilidad, razón por la cual para establecer
el valor de Fbg de un individuo hay que medirlo varias veces durante varias
semanas y descartar su elevación por enfermedades diferentes a
las cardiovasculares. Debe establecerse cuántos ensayos deben realizarse
para establecer el valor de Fbg de un individuo; c) la relación
costo/beneficio para los sitemas de salud de medir esta variable y d)
qué decirle a un paciente con Fbg elevado ya que no existe un tratamiento
efectivo para bajar los niveles de esta proteína.
En los próximos meses serán reportados los resultados del
Estudio Colaborativo del Fibrinógeno, acerca del incremento en
los niveles de Fbg para el riesgo el ECV, stroke y mortalidad. Serán
evaluados hombres y mujeres de distintas edades y se tendrán en
cuenta las distintas metodologías utilizadas para la determinación
del fibrinógeno.
De acuerdo a lo expuesto, el fibrinógeno indudablemente representa
un factor de riesgo independiente para la enfermedad cardiovascular y
está claramente asociado a otras variables tradicionales, sin embargo
numerosas investigaciones son necesarias para establecer la compleja vinculación
entre el Fbg /la trombosis arterial y si determinar la concentración
plasmática de Fbg permitiría estratificar el riego de enfermedad
cardiovascular en los pacientes.
BIBLIOGRAFÍA
1- Koenig W, Fibrin (ogen ) in cardiovascular disease
: an update. Thromb haemost 2003;89;601-9.
2- Lowe Gd. Fibrinogen measurement to assess the risk
of arterial thrombosi in individual patiens: not yet. Journal of Thrombosis
and Haemostasis 2005, 3: 635-637.
3- Meade T. Fibrinogen measurement to assess the risk
of arterial thrombosis in individual patients : yes. Journal of Thrombosis
and Haemostasis 2005, 3: 632-634
4- Mannila Mn, Eriksson P,Lundman P et al. Contribution
of haplotypes across the fibrinogen gene cluster to variation in risk
of myocardial infrction. Thromb Haemost 2005; 93: 570-7.
1 Dra. en Ciencias Químicas, Universidad de Buenos Aires. Servicio
de Hematología Hospital Británico de Buenos Aires. Coordinadora
del subprograma Hemostasia del PEEC.
2 Dra. en Ciencias Químicas, Universidad de Buenos Aires. Facultad
de Ciencias Exactas y Naturales, UBA. Coordinadora del subprograma Hemostasia
del PEEC
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