Pruebas clínicas
para probar la seguridad de células madres en el tratamiento de
daños por ataques cardiacos, están a punto de comenzar,
después de un estudio que mostró que la terapia ayudaba
a los cerdos.
Hasta ahora dos pacientes se han ins crito en el Hospital Johns Hopkins,
de Baltimore, y se espera que un total de 48 tome parte alrededor del
país, declaró el doctor Joshua M. Hare, que está
dirigiendo el estudio.
''Cada vez que aparece algo nuevo hay una sensación de entusiasmo
y así es como nos sentimos. Obviamente, esperamos que traerá
buenos resultados'', afirmó Hare en una entrevista telefónica.
El proceso usa células madres adultas extraídas de la médula
espinal. Se ha mostrado que estas células dan origen a una variedad
de tipos celulares.
Y aunque [las de cerdos] no tienen el potencial para convertirse en la
variedad tan amplia que producen las células madres embriónicas,
el usarlas evita la controversia de extraer células de un embrión
humano.
En las pruebas con cerdos, las células madres extraídas
de la médula espinal de otro cerdo, fueron inyectadas en el corazón
dañado del animal. Después de apenas dos meses, las células
madre habían ayudado a restaurar la función cardiaca y reparado
el músculo cardiaco entre el 50 y 75 por ciento.
Esos resultados fueron reportados en la edición de [hoy] martes
de la revista científica Proceedings of the National Academy of
Sciences.
El trabajo es una indicación prematura de que las células
madre pueden tener valor terapéutico en el tratamiento de ataques
cardiacos, pero aún queda mucho por hacer, sostuvo el doctor Sidney
Smith, jefe de cardiología de la Universidad de Carolina del Norte
en Chapel Hill.
Es un largo camino entre una labor exitosa en unos cuantos cerdos y una
terapia que podría beneficiar a miles de humanos, manifestó
Smith, portavoz de la Asociación Americana del Corazón.
Mientras tanto, continuó, esfuerzos personales, como dejar de fumar
y controlar el colesterol, pueden ayudar a evitar muchos de esos ataques
cardiacos. Las pruebas planeadas en las personas son parte de la Fase
I y la meta es simplemente asegurarse de que el proceso es seguro en los
humanos. Sólo después que se ha establecido esa seguridad,
los científicos pasarán a la Fase II para determinar si
funciona en los humanos tan bien como en los cerdos.
Sin embargo, los investigadores estarán atentos al tratamiento
para ver si el procedimiento está ayudando a las personas. El doctor
Hare destacó que los participantes en el estudio serán observados
durante dos años. A los seis meses después del tratamiento,
se les hará un escán para chequear sus funciones cardiacas.
Agregó que esperaba que eso ocurriera a mediados del 2006.
En la prueba inicial, Hare informó que las células serán
instiladas en el torrente sanguíneo. En la segunda fase, se usaría
una variedad de métodos para incorporar las células al organismo.
Fuente: Nuevo Herald - EEUU |