Columbus, Ohio. De acuerdo con un nuevo estudio un test sanguíneo
puede detectar persistencia o recurrencia de cáncer tiroideo inclusive
antes de que los médicos logren encontrar algún rastro de
un tumor. Los hallazgos sugieren que las personas tratadas por esta enfermedad
podrían ser examinadas regularmente para detectar signos tempranos
de recurrencia.
El estudio se publicó en la versión on line
del Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism el 21 de junio y
fue presentado por especialistas del Center Cancer Comprehensive Arthur
James de la Universidad del Estado de Ohio( OSU CCC-James)
El test mide la proteína Tiroglobulina fabricada por las células
del cáncer tiroideo. La medición se hace después
de que a la persona se la inyecta con una droga relativamente nueva conocida
como Tirotrofina alfa o Tirógeno. La droga permite testear la tiroglobulina
sin los efectos muchas veces debilitantes del hipotiroidismo que de lo
contrario acompañan al test cuando se hace la estimulación
de la prueba.
“Nos ha sorprendido encontrar que aún con niveles relativamente
bajos de tiroglobulina e incluso cuando no hay signos de un tumor, el
80 % de los pacientes tenía una recurrencia de sus cánceres
dentro de los tres a cinco años”, dijo Richard T. Kloss autor
del estudio y profesor asociado de medicina interna y radiología.
Cáncer de tiroides
El estudio también encontró que aún con niveles muy
bajos o no detectables de la tiroglobulina, alrededor de un 2 a un 5 %
de los pacientes tienen una recurrencia después de tres a cinco
años.
El cáncer de tiroides se trata habitualmente mediante la remoción
quirúrgica de la glándula, seguida de la administración
de iodo radiactivo para matar algún remanente de células
cancerosas. Los pacientes deben luego tomar hormona tiroidea sintética
de por vida.
“Generalmente, algunas pautas de tratamiento del cáncer de
tiroides dicen que estos pacientes no necesitarían pruebas posteriores,
pero nuestros datos contradicen esto”, señaló Kloos,
coodirector de la Unidad Cáncer Tiroideo del OSU CCC-James.
Los 107 pacientes estudiados (88 mujeres y 19 hombres con un promedio
de edad de 36 años) que habían sido sometidos a la extirpación
de la glándula y posterior tratamiento con iodo radiactivo debido
a sus cánceres de células tiroideas papilares, foliculares
o de Hurthle, fueron inyectados con Tirógeno y monitorizados por
los niveles de Tiroglobulina entre enero de 1999 y marzo de 2001.
El total de los pacientes se dividió en tres grupos según
el dosaje de la proteína. El grupo 1 con pacientes que tenían
niveles por debajo de 0.5 ng de Tg/ml.de plasma, el grupo 2 con niveles
entre 0.6 y 2.0 ng/ml. y el grupo 3 con niveles superiores a 2.0 ng/ml.
Después de tres a cinco años, los investigadores encontraron
tumores recurrentes en el 80 %de los pacientes con dosajes de Tg por encima
de 2.0 ng/ml., y cerca del 2 % en aquellos pacientes con niveles de Tg
por debajo de 0.5 ng/ml.
Los autores del trabajo consideran que para 2005 habrá una cantidad
estimativa de 25.690 casos nuevos de cáncer de tiroides, 19.190
de ellos afectará a mujeres y 1.490 personas serán víctimas
fatales. Los autores concluyen con las siguientes cifras: alrededor de
330.000 americanos han sido tratados por cáncer tiroideo, cerca
de 20% de los cuales es probable que tenga una recurrencia.
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